En el mundo de los conductores profesionales, se acostumbra a realizar una inspección general al vehículo antes de salir. Es lo que se conoce como: “La vuelta del Perro” y es muy importante adquirir este hábito antes de salir en nuestras motocicletas.
Sin embargo, ¿acostumbras a inspeccionarte a tí mismo antes de subir a tu moto? ¿Acostumbras a hacer una especie de “vuelta del perro” interior?
A continuación, conocerás algunos consejos de autoinspección:
1.- Chequea tu nivel de descanso v/s cansancio: ¿Dormiste bien y descansaste lo suficiente? ¿Has conducido o trabajado muchas horas durante el día? ¿Estás lo suficientemente descansado para una conducción segura? Como motociclistas debemos estar en óptimas condiciones cognitivas y físicas, evitando conducir cuando hay riesgo de fatiga o somnolencia.
2.- Chequea tu nivel bioenergético: ¿Te has alimentado bien? ¿Has comido poco o estás en ayunas? ¿Has comido en abundancia? Nuestro organismo y nuestro cerebro, requieren de un nivel óptimo de energía para su buen funcionamiento, sobre todo nuestro cerebro,responsable de la cognición y de las tomas de decisiones en la conducción. El mayor grado de accidentes son causados por decisiones equivocadas al momento de conducir, por tener una menor capacidad de prever riesgos o por una disminución de la atención y concentración. Si has comido poco, no hay suficiente energía para el funcionamiento fisiológico y cognitivo. Si has comido en abundancia, nuestro organismo enviará mayor irrigación sanguínea al sistema digestivo, disminuyéndola en nuestro cerebro, lo que puede producir somnolencia.
3.- Chequea tu estado emocional: Es sabido para nosotros, los amantes de las dos ruedas, que “no hay mejor terapia que rodar en tu moto”. Como psicóloga lo he recomendado, potenciando los cientos de beneficios que tiene la moto para nuestra autoestima y estado emocional. Pero, ¡ALERTA!, si estás pasando por alguna situación en que tu estado emocional esté afectado o alterado, no te subas a la moto. Hay momentos en que las emociones pueden dominar y condicionar fuertemente el estilo de conducción. En algunas personas, los vuelven temerarios, realizando maniobras al límite, no importándoles respetar las leyes del tránsito, su propia integridad o la de terceros. En otras personas las situaciones emocionales límites las ensimisman y enlentecen, alterando los tiempos de reacción con las consiguientes consecuencias en la conducción. Algunos otros, toman su moto y conducen mientras lloran o sufren emocionalmente, estando más conectados con su mundo interior, que con las condiciones viales. ¡Si!, la moto es terapéutica, pero no es la solución a tus problemas. No te arriesgues.
4.- Chequea si estás bajo los efectos de sustancias psicotrópicas: Un psicotrópico, es un agente químico que actúa sobre el sistema nervioso central y que trae consigo cambios temporales en la percepción, ánimo, estado de consciencia y comportamiento. Ya te imaginarás a lo que nos referimos: Drogas, alcohol y medicamentos. Si bebes alcohol o consumes drogas no conduzcas. Si debes tomar un medicamento, consulta con tu médico tratante sobre los efectos secundarios en la conducción. Si te gustaría conocer las consecuencias legales respecto de esto revisa este artículo.
5.- Chequea tu estado de salud: ¿Te sientes decaído, con dolor de cabeza, molestias musculares, problemas digestivos u otra dolencia de salud? ¿Has pensado que estos síntomas pueden empeorar mientras conduces? No dejes de lado las señales de tu organismo y evalúa a consciencia si estás en condiciones de conducir.
6.- Chequea tu nivel de autocuidado: ¿Estás usando tus implementos de protección personal? Si bien la ley determina el uso obligatorio de casco certificado, guantes que cubran toda la mano, calzado cerrado y uso de ropa resistente al roce que cubra las extremidades en zonas de conducción por sobre los 80 km/hr., es importante adquirir el hábito de utilizar cualquier otra indumentaria que disminuya el riesgo de lesión ante un eventual accidente.
¿Hiciste ya la vuelta del perro a tu moto y a ti mismo? Entonces, ya estás listo: ¡A rodar!
Este artículo fue redactado por Valeria Vollmer, psicóloga y motociclista.
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